Seguimos con Moledo.
"Muchachos: un propósito esta noche. Si supierais con qué pasión por vuestras almas, con qué pasión por vuestras vidas, con qué pasión por la Iglesia en nuestra patria, con qué hambre de que digáis sí, y sí de verdad, yo os pido que os lancéis, a costa de cualquier sacrificio, a costa de madrugadas, de fríos, de cualquier cosa, que os lancéis, muchachos, a la Comunión frecuente!
¡Agotemos los sagrarios donde vive el Hijo de la Virgen!Si vosotros lo queréis a Jesús, si vosotros le habréis brindado todas vuestra vida, decidme entonces, los que podéis físicamente comulgar todos los días, ¿por qué le decís que no el lunes, que no el martes, que no el miércoles y el jueves y el viernes y el sábado?. ¿Por qué, si podéis todos los días?
Y aquellos que no tengan esa posibilidad, que sientan hambre y le ofrezcan al Señor todos los días esa privación forzosa, diciéndole algo como esto: Jesús, si hoy te tuviera, querría que circulases por las venas de mi alma, dejando por doquier el fuego de tus empeños y tus inquietudes, la luz de tus esperanzas, la energía de tu voluntad, la amplitud de tu corazón, tu sed insaciable por las almas, la alegría de sentir la esperanza de vivir, después de una muerte santa, ¡un Cielo sin fin!
Muchachos de la JAC, en representació n de la JAC toda, de la cual esta noche os constituyo por mensajeros: ¿vamos a la comunión frecuente, sí o no?
-Un solo clamor responde: ¡Sí!
Vamos a la Comunión frecuente, con gran preparación y con verdadera acción de gracias, embargados con la alegría de fundirnos en Jesucristo, ¿sí o no?
-La asamblea reafirma su decisión: ¡Sí!
Estos sí deben llegar, sin duda, al sagrario de la capilla de este colegio, a los sagrarios todos de la patria, al Cielo, y al corazón de la Virgen, que quizás en este momento se vuelve al Salvador para decirle: ¡Que muchachos tenemos en Santa Fe esta noche!"
No hay dudas, Moledo era Templario.